La economía nocaimera hace unos
años atrás dependía mucho del mercado de la caña de azúcar. La imagen de una
cantidad de mulas cargadas de bultos de panela bajando por la “laja” –hoy en
día una trocha en afirmado-, hacia los depósitos que quedaban en Florilandia es
inolvidable. Existían sitios exclusivos para amarrar los animales. El olor a “cagajón”
era particular los fines de semana. El
pueblo se convertía en un hervidero de trabajadores, finqueros y comerciantes los
sábados y domingos, tratando de concluir la venta de los productos paneleros, y
desde luego, volver a mercar para una semana de trabajo en las cañas. Entonces
se respiraba el olor de: la panela, las “bestias” y el pueblo.
Pero la economía de la caña de
azúcar iba en debacle, cada vez se producía menos y el valor de la panela caía sin
que se viera alguna esperanza de recuperación. Así que esto hacía que Nocaima
fuera un pueblo con muchas necesidades –y en esto creo que no han existido
cambios-, y falencias. A pesar de que existieran dos colegios de educación secundaria
–uno de ellos de formación normalista- y una fábrica de trapiches, al municipio
se le veía atrasado en infraestructura vial, telecomunicaciones, servicios públicos, etc.
Dadas estas condiciones,
obviamente la economía de nuestros bolsillos de aquella época, era paupérrima.
Pero cuando uno no puede tener las cosas tiempo completo por escasez, pues
desde luego hay que alquilarlas. Entonces existió en Nocaima el alquiler de
bicicletas y de cómics.
El de alquiler de bicicletas inició
con un muchacho de apellido Espitia, realmente yo era muy pequeño y no lo
recuerdo muy bien. Luego la familia Perilla en el barrio El Retiro, decidió
alquilar “ciclas” versión cross, que eran de lo último y algunas “monaretas”
que ya estaban en desuso. El valor del alquiler era de cien
pesos la hora, no había que entregar ningún documento o finca, simplemente, la
palabra: “ya regreso”.
Estoy seguro que si la familia Perilla se hubiera imaginado el “palo” que se le dieron a esas bicicletas, seguramente lo hubiera pensado para montar el negocio. Por aquella época –años ochentas-, existía un comercial en televisión de una marca de bicicletas BMX, donde los muchachos hacían unas cuantas piruetas y saltos, que hacían ver fácil el uso de este tipo de juguete. Pues con esas expectativas de querer ser todos unos expertos en "cross", los jóvenes ciclistas bajaban por la calle destapada de el retiro "despepados", y haciendo uso de lo mejor de las BMX, su freno coaster, parando en seco rastrillando la llanta trasera , y desde luego, dejando casi la mitad en el suelo.
Pero lo mejor era tratar de saltar con la bicicleta obstáculos o rampas, así que eso no era ningún problema para los novatos nocaimeros. La cancha de la Normal Nacional, era el escenario ideal para ejecutar maniobras de este tipo, pero debido a la calidad de los materiales de las cross de los Perilla, no daban para tanta práctica, entonces hubo marcos y tenedores rotos, y hasta llantas casi cuadradas de tanto salto. Lo importante es que se intentó, no hubo talento como el de nuestra medallista colombiana Mariana Pajón, pero se vivió con pasión y adrenalina. Supongo que el negocio no fue muy rentable por todo esto, y el alquiler se clausuró. Unos años después, las bicicletas comenzaron a bajar de precio y los nuevos chicos ya tuvieron una de regalo, y la bicicleta BMX fue terminando en uso exclusivo de sus verdaderos apasionados.
Estoy seguro que si la familia Perilla se hubiera imaginado el “palo” que se le dieron a esas bicicletas, seguramente lo hubiera pensado para montar el negocio. Por aquella época –años ochentas-, existía un comercial en televisión de una marca de bicicletas BMX, donde los muchachos hacían unas cuantas piruetas y saltos, que hacían ver fácil el uso de este tipo de juguete. Pues con esas expectativas de querer ser todos unos expertos en "cross", los jóvenes ciclistas bajaban por la calle destapada de el retiro "despepados", y haciendo uso de lo mejor de las BMX, su freno coaster, parando en seco rastrillando la llanta trasera , y desde luego, dejando casi la mitad en el suelo.
Pero lo mejor era tratar de saltar con la bicicleta obstáculos o rampas, así que eso no era ningún problema para los novatos nocaimeros. La cancha de la Normal Nacional, era el escenario ideal para ejecutar maniobras de este tipo, pero debido a la calidad de los materiales de las cross de los Perilla, no daban para tanta práctica, entonces hubo marcos y tenedores rotos, y hasta llantas casi cuadradas de tanto salto. Lo importante es que se intentó, no hubo talento como el de nuestra medallista colombiana Mariana Pajón, pero se vivió con pasión y adrenalina. Supongo que el negocio no fue muy rentable por todo esto, y el alquiler se clausuró. Unos años después, las bicicletas comenzaron a bajar de precio y los nuevos chicos ya tuvieron una de regalo, y la bicicleta BMX fue terminando en uso exclusivo de sus verdaderos apasionados.
4 comentarios:
Hola Jonny
Me he sentado y en una hora, tal vez menos, me devoré tu blog. Ha sido un recorrido maravilloso por tus recuerdos, por imágenes con contenido, que obviamente tienen mucho sentido para tí.
Para los ajenos es como estar escuchando los relatos del abuelo sobre un lugar lejano, desconocido físicamente pero que por alguna razón, se te hace cercano, y es que finalmente nuestros pueblos latinoamericanos son tan parecidos!
La falta de continuidad y tiempo para la escritura se hace evidente. Los post de mayo y junio de este año parecen estar hilados, aunque sé que no necesariamente los relatos son en orden cronológico.... más bien son de lugar. Pero la lectura se hace corrida, fluida. Tú más reciente post (por cierto: es pre conversación nuestra o post?) significa un brinco con los anteriores, pero en ningún sentido negativo. Me parece percibir rigurosidad en la escritura y mucha autocrítica. Se hace evidente el esfuerzo, y en mi opinión, es un buen camino.
Reitero mi admiración por tu capacidad de descripción, que obviamente proviene de la observación, y es que eso te debe hacer un hombre de detalles. Más aún, admiro tu memoria!!!
Aquí te dejo mis comentarios.... simplemente la percepción de un desconocido lector.
Un abrazo!
La sensibilidad a flor de piel, en el estilo de tu escritura, el recuerdo, la memoria y la nostalgia...
Es interesante conocer un sitio a través de las memorias de alguien más... ya quiero tener mis propias memorias de este lugar.
Evanna
HOLA JONNNY, ACABO DE PASAR UN MUY GRATO MOMENTO, RECORDANDO ESAS HISTORIAS QUE TAMBIEN VIVI, GRACIAS, ESOS MOMENTOS ESTAN LLENOS DE MIL Y UNA ANECDOTA, QUE YA RECORDAREMOS EN UN ENCUENTRO DECEMBRINO...NAYRO
Viejo Nayro, qué sorpresa verlo por acá, me alegra mucho que un Nocaimero se llene de muchos recuerdos. Claro que sí, espero que nos veamos en Diciembre aunque sea un rato, tiempo sin verlo, y sin hablar, que es lo hace falta, usted es un buen conversador. Un abrazo mi hermano.
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